viernes, 1 de febrero de 2013

Piceas

Empezó el día con nevada recia y a las dos horas se transformó en lluvia que no ha cesado hasta ahora y  pronóstico nocturno incluído. La nieve, imposible de pesada, grumosa, pegamonín auténtico para evitar.
 Por lo único que se puede uno alegrar es por las piceas: por fin han podido despojarse de las toneladas de nieve que tenían y han quedado lustrosas hasta la próxima. Qué carácter (o destino, que lo aclare iregui) el de estos árboles, aguantando las inclemencias sin despojarse ni de una rama, fabricando sus clorofilas, sus carotenos en silencio, sin permitirse la menor arrogancia. Qué ejemplo para discretos y qué lección sencilla para curiosos.





No hay comentarios:

Publicar un comentario